¿Que esperar cuando acabe el confinamiento?
La nueva normalidad…
Se espera que en el transcurso del mes de Junio se comience con “La nueva normalidad” después del confinamiento, dependiendo del estado en el que te encuentres, pero ¿Que esperar de la transición?, ¿Podremos volver a la normalidad en el corto plazo?
Me encantaría poder decirles que todo volverá a la normalidad, pero será muy difícil que en el corto plazo la situación sea tal como estaba antes del confinamiento, ¿Por que?
Existen 3 factores muy relevantes para dimensionar:
El primero es que los negocios no podrán reintegrarse al 100% de su capacidad, solo podrán trabajar “a medias” por las medidas de seguridad ante la situación sanitaria derivada del COVID-19. ¿Como afectará este aspecto? Pues, con un negocio que solo está generando ingresos a la mitad pero con gastos fijos al 100% pues eso podría poner en serios aprietos al empresario y en el peor de los casos se podrían ver en la necesidad de cerrar.
Segundo, existe un índice de confianza del consumidor el cual según datos del INEGI, en el mes de Abril tuvo una caída sin precedentes; esto quiere decir que aún cuando la oferta de bienes y servicios se normalice, el consumidor derivado de la incertidumbre que se ha creado por la crisis económica “se la piensa dos veces” para comprar bienes que no son necesarios o que tal vez puede dejar de comprar por un tiempo, tales como ropa, calzado, automóviles, celulares, etc… esto crea una disminución en la demanda y en consecuencia poca venta y menor actividad económica.
Tercero, pocos incentivos por parte del gobierno para reactivar económicamente a las pequeñas y medianas empresas. La falta de políticas públicas que estén encaminadas a preservar las fuentes de empleo para crear certidumbre en los mercados así mismo las condiciones para la competitividad de las empresas.
¿Existe algo que nos sirva para contrarrestar todo lo anterior?
Ciertamente no hay recetas mágicas, sin embargo algo que puede ayudar para mitigar un poco los efectos que dejará la crisis será que tanto el gobierno, la empresas y las personas (mayormente las empresas) puedan ser conscientes de sus necesidades, detectar puntualmente las áreas de mejora o donde deben cambiar sus formas de trabajo de tal forma que la nueva normalidad sea menos agresiva. En medida que los recursos económicos y financieros con los que se cuente sean aplicados de forma eficiente la “cruda” tras el confinamiento seguramente será más llevadera y será más probable que puedan salir adelante.